SEGUIR ANDANDO-LA VIDA SIN PODER

SEGUIR ANDANDO-LA VIDA SIN PODER

 

Joel Hurtado Ramón

“El poder es la probabilidad de que un actor dentro de un sistema social esté en posición de realizar su propio deseo, a pesar de las resistencias”. Weber.

Algunos analistas piensan que en los actuales tiempos se entiende mejor el poder a través de la figura común del jefe: Los jefes tienen la misión de mandar, los jefes existen por autoridad y esta autoridad para ellos es un privilegio de mando. Lo que respondería cualquier empleado, en términos de la calle: un jefe es aquel que se le sonríe de frente y se le critica de espaldas, es aquel que inspira miedo, se teme, un jefe es aquel que busca culpables cuando hay errores y usa el lema de “él que la hace la paga” y cree que de esta manera lo arregla todo, un jefe que hace del trabajo una carga, en conclusión: un jefe sin rumbo que lo único que sabe es dar órdenes pero no enseña cómo se deben hacer las cosas. El poder por el poder mismo se podría decir, llegando a los viejos tiempos que ya se creían superados, del absolutismo total, el despotismo con múltiples calificativos.

Algunos estudiosos espirituales de las partes profundas del poder en el ser llamado humano analizaron el origen de esta adictiva megalomanía que ha capturado a muchos personajes de la historia clásica como son Nerón y Calígula en la antigua Roma y a Victoriano Huerta, Franco, Hitler y Pinochet; y muchos más, cuya lista sería larga enumerar en los tiempos recientes

El concepto Seguir Andando- La Vida Sin Poder en realidad surgió durante el taller Addiction Unplugged (Desenchufando las Adicciones) a fines de agosto con John Flaherty. El taller fue sobre las adicciones, y ahí se le dio vuelta con la afirmación de que la causa fundamental de TODAS las adicciones es el deseo de poder. Se afirmó que las adicciones tanto físicas como no físicas desencadenan la liberación de dopamina en una parte del cerebro, que nos da una sensación de satisfacción o euforia, incluso antes de que procuremos esta sustancia o adoptemos una conducta adictiva. La infusión de dopamina es un falso reemplazo de nuestra energía soberana, y crea una ilusión temporal de poder. A medida que la ilusión se desvanece, el adicto vuelve una y otra vez a la sustancia para tener esa sensación de poder.

Pensemos en términos de un hombre tímido, tranquilo que bebe algún cóctel y de repente se siente más poderoso – menos inseguro y menos vulnerable. Se pone fuerte y agresivo, liberando sus inhibiciones, filtros y dolores internos al aire. Él consigue estar cargado de alcohol, pero lo que realmente está recibiendo es una enorme explosión de dopamina. Él debe pensar que es Superman, al menos hasta que el licor y la dopamina desaparezcan. Al día siguiente, necesitará una nueva infusión poderosa porque se siente física y mentalmente en un bajo nivel, y ahora tiene que comenzar un nuevo proceso de adicción.

En el taller Addiction Unplugged, se dijo que incluso muchos de los Maestros Ascendidos eran adictos a algo. Las adicciones pueden ser a sustancias físicas, pero en muchos casos se trata de cosas que normalmente no asociamos con conductas adictivas, como el ejercicio, la religión y la espiritualidad, y sí, incluso la canalización. Se desencadena un torrente de dopamina similar a la que se obtiene con el alcohol, las drogas o el sexo. Algunos de los Maestros eran adictos a la respiración, y otros a la meditación o a rituales espirituales. También se señaló que la llegada de la iluminación a menudo lleva a una persona a convertirse en adictos a la vida misma, sobre todo cuando tienen la conciencia de que esta puede ser su última vida en la Tierra. Les resulta muy difícil liberarse de las grandes y maravillosas cosas de la vida, incluso estando en un cuerpo físico con todos sus placeres y misterios.

En el taller también se declaró que, “… tarde o temprano van a tener una adicción, y puede ser que también se diviertan con ello”. Algunas adiciones son perjudiciales para el cuerpo y para la mente, mientras que otras son simplemente patrones de comportamiento y de gratificación. Pero el núcleo de toda adicción, según la conclusión es el deseo de poder.

El poder es el deseo y el intento de adquirir la energía de uno mismo fuera de uno mismo. Está directamente relacionado con el virus de energía sexual discutido en la Escuela de Energías Sexuales. El poder es altamente seductor (y adictivo). Puede venir en forma de dinero, fama, autoridad, de control sobre los demás, de fuerza física, sensualidad, inteligencia, carisma hipnótico y mucho más. Aquellos que buscan el poder están realmente buscando una falsa energía afuera de sí mismos, y en última instancia el hambre de poder nunca puede ser satisfecho porque los que juegan con el poder son impulsados a buscar más poder. El ciclo se repite una y otra vez, hasta que se llega a comprender, si es que logran salir de la oscuridad que los envuelve, que toda verdadera energía viene desde adentro. Esta es la realización de “Yo Soy El Que Yo Soy”. Está todo dentro. No es “Yo soy el que soy si tengo más dinero (poder)”, o “Yo Soy El Que Soy si puedo manejar mejor a otras personas (energía).” Sólo…. Yo Soy lo que Yo Soy.

Yendo más allá de la ilusión de poder, dentro de la creación de energía soberana, puede parecer como un sueño hecho realidad, pero esto va a ser un poco difícil. ¿Cómo van a ir Sin Poder en un mundo manejado desde el poder? Una cosa es sentarse en casa y leer un libro inspirador, pero ¿cómo van a ir Sin Poder mientras conducen por un mal tránsito, sentados en una importante reunión en la oficina, o simplemente yendo de compras? La vida puede ser como un gran juego de pinball, con todos los topes y rebotes alrededor mientras que se está tratando de mantener una apariencia de equilibrio y dignidad. Simple y llanamente, la gente desempeñará sus juegos de poder si se les da la oportunidad. Incluso gente agradable y honesta juegan los juegos de poder, porque eso es de todo lo que son conscientes.

Entonces, ¿cómo vivir una vida sin poder en un mundo de gran poder? No piensen en términos de débiles y fuertes, sino más bien en términos de dos paradigmas de la realidad muy diferentes. Hay una dimensión de poder, y estamos creando la dimensión sin poder. Las dos pueden coexistir una con otra debido a que la dimensión del poder no vera – y no tiene conocimiento – la dimensión de la otra. Sus ojos podrán verla y sus oídos podrán oírla, pero no van a ser conscientes de su Consciencia.

Es seguro decir que el próximo Shauds (y de vida) será más interesante. Vamos a entrar en otro mundo, uno sin poder. También es seguro de que vamos a tener nuestra cuota de golpes y moretones, y un montón de grandes historias que contar algún día en el Club de Maestros Ascendidos, pero ya saben, este trabajo es para los piratas espirituales, no para loros. De hecho, es hora de una nueva camiseta Shaumbra: Siempre un Pirata, Nunca un Loro.

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